Cómo enseñar la atención consciente a tu niño
Si pensamos en las tendencias de autocuidado, la atención consciente o mindfulness encabeza la lista. La atención consciente es el acto de observar el presente sin juzgar, pero sus raíces son mucho más profundas. La práctica de la atención consciente se remonta a una serie de antiguas filosofías asiáticas, y ahora también se ha hecho popular en la cultura occidental, por una buena razón. Los investigadores están descubriendo, una y otra vez, que la atención consciente es realmente buena para nosotros. Puedes empezar a fomentarla en tu hijo desde el principio, incluso desde que es pequeño.
Llegados a este punto, puede que estés pensando: «Mi objetivo es conseguir que mi niño pequeño se coma una verdura, las filosofías antiguas pueden venir después», lo cual es una respuesta muy justa. Los niños pequeños no entienden el significado de «estar presente» en esta etapa. Sin embargo, puedes empezar a sentar las bases. Antes de pasar a los consejos para hacerlo, analicemos qué es la atención consciente.
¿Qué es la atención consciente – mindfulness?
La atención plena es nuestra capacidad de estar presentes y conscientes sin analizar ni juzgar. Pero, ¿qué significa eso realmente? Básicamente, cuando estamos atentos, estamos creando una distancia entre nosotros y nuestros pensamientos o emociones. Permitimos que nuestra mente y nuestro cuerpo experimenten un momento de quietud y paz. Es importante señalar que la atención consciente no consiste en ignorar ciertos pensamientos o emociones, sino en aprender a controlarlos. La atención plena puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y ayudarnos a regular nuestras emociones.
Función ejecutiva y atención consciente
Científicos de todo el mundo han llegado a la conclusión que la práctica de la atención consciente puede potenciar las habilidades de funcionamiento ejecutivo, es decir, los procesos mentales que nos permiten:
- Autorregularnos
- Controlar nuestros impulsos y emociones
- Centrarnos y priorizar varias tareas
- Tomar decisiones acertadas
- Pensar de forma crítica
Estas son las habilidades que ayudan a los niños a convertirse en adultos conscientes de sí mismos y emocionalmente inteligentes. Dado que las habilidades del funcionamiento ejecutivo surgen en la infancia y se desarrollan rápidamente después, tiene sentido sentar las bases de la atención consciente desde el principio apoyando estas habilidades.
Consejos para enseñar la atención consciente o mindfulness a tu niño
Bien, ya hemos establecido que la atención consciente es poderosa, pero ¿cómo enseñarla a un niño pequeño? Aquí tienes algunas cosas que puedes probar:
Practica tú mismo la atención consciente para que puedas servir de modelo a tu niño. Es más fácil decirlo que hacerlo, lo sabemos. Pero un poco de mindfulness da para mucho. En este artículo, tratamos 5 cosas sencillas, respaldadas por la investigación, que los padres pueden hacer para introducir la atención consciente en la vida diaria. Y aquí exploramos diferentes formas en las que los niños pequeños pueden ayudar a los padres a reducir la velocidad y centrarse en el momento presente.
Lean juntos libros que exploren la atención consciente. Aquí te dejamos algunas recomendaciones adecuadas para los niños pequeños:
- Crab and the Whale de Mark Pallis and Christiane Kerr
- I Yoga You de Genevieve Santos
- Puppy Mind de Andrew Jordan Nance
- Breathe Like a Bear de Kira Willey and Anni Betts
Alrededor de los 3 años, prueba con juegos de respiración consciente. Una forma divertida de hacerlo es enseñarle a tu niño a tumbarse de espaldas con su peluche favorito sobre el vientre. Enséñale cómo el peluche sube y baja cuando respira, y que sube y baja más lentamente cuando respira profunda y lentamente. También puedes hablar de cómo esas respiraciones profundas y lentas pueden ayudarnos a sentirnos tranquilos.
Por encima de todo, hazlo simple, tanto para tu niño como para ti. La atención consciente no es fácil: requiere tiempo, práctica y paciencia.